domingo, 22 de mayo de 2011

Darkness, Capitulo 5


Capitulo 5: Beso

Jared caminaba rápidamente tras Magnus. Lo iba a matar de verdad lo iba a matar, Magnus aún amaba a ese chico cazador de sombras.

No podía creer la suerte que tenia, justo el día que pensaba llevarse al mago llegaba el estúpido niño del que estaba enamorado.

Pero Camille se la iba a pagar, le había dicho que tenía dos días y el nefilim había llegado en menos de dieciocho horas.

Tenia que calmarse, no dejaría que el mago viera lo alterado que estaba. No podía demostrarle su verdadera personalidad, al contrario iba a ser un ángel. Para así hacer quedar mal al cazador de las sombras, el cual estaba seguro sospechaba de él.

Sabía que el otro pequeño cazador de sombras, el niño rubio había visto la marca en su antebrazo, cosa que no le ponía muy contento.

El mago se detuvo bruscamente, cortando con un movimiento sus pensamientos.

Jared se detuvo también, en ese momento fue consiente de que habían llegado a la casa del mago, ese no era el plan. Si el mago entraba al lugar todo estaría perdido. Jared no podía entrar en la casa del mago, debido a que la misma tenía ciertas propiedades mágicas que se lo impedían.

El mago subió uno de los escalones de la parte principal de su casa y se giró sobre sus talones, mirándolo con un brillo triste en sus ojos de gato.

-Lamento mucho haberte hecho pasar por esto Jared- dijo en tono de disculpa

-No tienes nada que lamentar, Magnus- dijo con una pequeña sonrisa triste

-Claro que si, te hice pasar un mal rato- aseguró el mago

-No es tu culpa, yo fui él que se hizo falsas ilusiones. Pero tranquilo Mag, yo se perder. Mañana mismo me voy de Londres, te prometo que no me volverás a ver- dijo Jared mientras se daba la vuelta.

Pero sintió como el mago lo agarraba del brazo y lo volvía lentamente.

-No Jared, no te vayas. Entiende que aún no se bien lo que siento, pero se que eres muy importante para mi.- suplicó el mago en un susurro

Jared quitó suavemente la mano del mago de su brazo, mirándolo fijamente.

 En ese momento algo apareció en su visón global, el nefilim había llegado con sus amigos, era hora de hacerlo sufrir un poco.

-No lo creo Mag, no creo que sea importante para ti- dijo Jared con falsa tristeza

-Claro que lo eres, llevo siglos conociéndote y estos últimos años me han enseñado a apreciarte más- dijo el mago

-Pero resulta Mag que yo no solo te aprecio, te quiero. Te quiero mucho más de lo que te quiere ese cazador de las sombras, quizás mucho más de lo que te imaginas. - aseguro Jared- Y a diferencia de él yo siempre estaré contigo y para ti.

En ese momento vio como el niño hacia el intento de acercarse pero el chico rubio y el chico vampiro lo sostuvieron con fuerza.

Magnus estaba atónito, no sabia que responderle. Eso era bueno estaba dudando, tenía que hacer más convincente su actuación.

-Creo que te lo he demostrado desde el día que intentaste suicidarte, recuerdas- dijo Jared mirando al mago, sabía que en ese momento recordaba el pasado- hace y mas de ochocientos años. Sabes ¿Por qué te salve? ¿Por qué te cuide?

-No, en realidad aún no lo sé- dijo el mago en un susurro

-La respuesta es fácil Mag, llevaba días vigilándote y no por que fueras un mago, no. Si no por que me atraías, con tu forma de ser, con tu gran personalidad. El día del puente no pude soportal la simple idea de perderte, aunque sabia que no te dañarías.-vacilo- así que te detuve.

-Entonces ¿Por qué me dejaste hace cuatrocientos años Jared? ¿Por qué me dejaste?- pregunto el mago suavemente.

-Te deje por que tenia miedo- dijo Jared avergonzado mientras agachaba su cabeza.

Tenía que para esto de inmediato, estaba abriendo su corazón al mago, no podía ser débil. Tenía que ser fuerte, no podía rendirse ahora; estando tan cerca de cumplir su objetivo.

-¿Miedo? ¿Miedo de que?- pregunto el mago mientras ponía su dedo en la barbilla de Jared y lentamente levantaba su cabeza.

 -Miedo de mí. Mag miedo de hacerte daño. Miedo de no volverte a ver.- vacilo- se que soy egoísta y solo pensé en mi cuando me marche…

-Shhhhhhhhh- dijo Magnus mientras ponía un dedo en sus labios- No necesito saber más Jared.

Suavemente quito la mano del mago de su boca.

-¿Seguro?- preguntó

-Muy seguro- dijo el mago

De forma muy delicada tomo las dos manos del brujo entre las suyas, suavemente las levanto y se las acerco a los labios besándolas levemente.

No podía hacer esto, debía irse, no podía dañar al mago. Le quería más de lo que jamás había pensado.

-Sabes Mag. Por eso me voy de nuevo, por que tengo miedo. Además quiero dejarte el camino libre, para que así puedas ser feliz con ese niño- dijo Jared, mientras soltaba las manos del mago.

Pero en ese momento paso algo que en realidad no se esperaba.

El mago poco a poco le acaricio el rostro con sus manos, acercándolo un poco más a su rostro.

- No quiero que me dejes el camino libre Jared, quiero que te quedes y me demuestres cuanto te importo. Quiero que me digas de miles de formas por que eres la mejor opción para mí, hasta que lo entienda-vacilo- pero sobre todo quiero que no me dejes, no quiero perderte de nuevo. Por que yo también te quiero Jared.

En ese momento el mago le dio un pequeño beso lento, como la caricia de una rosa sobre sus labios. Sintió como perdía un poco su equilibrio, y sus rodillas se temblaban.

 Sintió que su eje vital se rompía en dos, como todo su mundo, su vida giraba en torno al mago y solo por un pequeño beso.

El mago lo soltó, y le dio una pequeña sonrisa.

-Ahora pequeño vampiro- dijo el mago en forma cariñosa- quiero estar un rato a solas, necesito pensar en todo. Pero quiero que me prometas que no te vas.

-Esta bien, Mag. Me quedare por unos días, para que aclares todo, pero solo por unos días.-dijo Jared, en ese momento hubiera hecho todo lo que el mago quisiera.

- Con eso me conformo- dijo el mago, mientras le daba otro pequeño beso y subía hasta la puerta de su casa, la que se abrió rápidamente para recibir al mago

-Buenas noches- dijo con una sonrisa- que sueñes con ricos cóteles de sangre y por su puesto conmigo.

Jared rió ruidosamente, mientras se sonrojaba.

-Buenas noches Mag- dijo Jared con una sonrisa

-¿Nos vemos mañana?- pregunto Magnus con un deje nervioso

-Claro, yo paso por acá- dijo Jared

El mago sonrió, mientras entraba a su casa

-Hasta mañana- dijo

-Hasta mañana- respondió Jared.

El mago cerró la puerta lentamente.

Jared se quedo de pie donde estaba, no sabía que le había ocurrido, pero algo había cambiado. Algo en ese beso, en esa conversación lo cambio, cambio su manera de pensar. Poco a poco rozó su boca con sus dedos, si su corazón latiera en este momento estaría muy acelerado.

Poco a poco se giro y comenzó a caminar hacia la calle, no sabia a donde se dirigía pero no le importaba.

Justo antes de llegar a la calle choco contra otra persona, levanto a mirada para pedirle perdón. Pero unos furiosos ojos azules le devolvían la mirada.

Sonrió, se había olvidado por completo de que el chico nefilim estaba ahí, y de seguro lo había visto todo, por que parecía muy enojado. Esto iba a ser divertido, iniciaba la fiesta.

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Alec sentía como todo su cuerpo se estremecía por la ira que sentía en ese momento, no podía creer que Magnus, su Magnus; besara a ese vampiro.

Lo mataría, disfrutaría tanto en córtale la cabeza y quemar todo su cuerpo. O mejor lo encadenaría y dejaría que el sol poco a poco lo quemara.

Miró como el vampiro se marchaba lentamente, Magnus ya estaba dentro de su casa, este asunto se iba a arreglar ahora.

-Suéltenme, tengo que hablar con él- exigió Alec a sus dos amigos que lo habían sujetado para que no cometiera ninguna estupidez.

Sintió como ambos, lo soltaron suavemente, se dirigió al donde se encontraba el vampiro y le cerro el paso.

El tipo se dio de bruces contra él, seguro estaba pensado en otras cosas. Sintió como su sangre hervía, no quería imaginarse lo que podía haber estado pensando. Lo iba a matar.

El hombre lo miro, con el objetivo de disculparse. Pero cuando lo reconoció lo único que hizo fue sonreír de forma autosuficiente, dando un paso hacia atrás.

-¿Se te perdió algo, niño?- dijo el vampiro de forma sagaz

Alec ignoro su comentario.

-Aléjate de Magnus- dijo en tono amenazante.

El vampiro rió.

-Y supongo que crees que te voy a obedecer. Pues no niño, no soy tu papi para cumplir tus caprichos de niño rico consentido.- dijo el vampiro

Alec sintió como su cuerpo temblaba violentamente, debía tranquilizarse no podía pelearse con él en la casa de Magnus, seria una ventaja para el vampiro.

-Deberías hacerlo- dijo Alec con un deje de advertencia.

- No te tengo miedo, niño- dijo el vampiro

Alec odiaba que lo llamaran niño, ya tenía veinticuatro años; no era un niño.

-Mira vampiro, los dos sabemos a quien ama Magnus así que mejor desaparece- dijo Alec enojado

-Yo no estría tan seguro, después de lo que paso. Se que lo viste niño nefilim- dijo el vampiro.

Alec no pudo resistir el impuso, y lanzo un puñetazo dirigido justo para la barbilla de su oponente. Pero el era mas rápido, y en un segundo desapareció de su vista, así que Alec golpeo solamente al aire.

La risa de Jared inundo todo el lugar.

-Debes ser mas rápido si quieres pegarle a un vampiro- dijo

Alec se giró hacia donde provenía la voz, solo para encontrase con un puño. La fuerza del golpe lo desequilibro. Odiaba que los vampiros tuviesen tanta fuerza.

Miro al vampiro que ahora estaba frente a él de nuevo

-Es mejor que no juegues con fuego, niño, te puedes quemar- dijo el vampiro

-Resulta- dijo Alec mientras escupía un poco de sangre- que me gusta quemarme.

Y en se momento lanzo un puñetazo que le dio de lleno en la cara del vampiro, sabia que le había dolido, ya que llevaba un anillo con la estrella de David, era una de las pocas cosas que afectaba a los vampiros.

El vampiro se volvió, con sus ojos llenos de ira. Pero en ese momento Jace se atravesó entre los dos.

-Quítate, niño rubio- dijo el vampiro

-Quítate, Jace esto no es asunto tuyo.- dijo Alec  enojado.

-No me voy a mover, saben los dos están peleándose frente a la casa de Magnus. ¡Hola!, ¿ambos son idiotas?- dijo Jace

Jared lo miro desconcertado, Alec estaba igual.

-OK- dijo Jace- Veo que ambos son idiotas. Si Magnus los ve peleándose frente a su casa, no creo que se ponga muy feliz. Y si ambos lo quieren tanto como dicen, no le causaran una tristeza.

-En eso el chico tiene razón- dijo Jared

-Si- contesto Alec, entre dientes.

Esta Jace se la iba a pagar.

-¡Que maravilla después de todo no son tan idiotas!- dijo Jace con una sonrisa.

El vampiro lo miro como queriendo decir algo, pero se lo guardo para si mismo.

-Ahora, que ya nos estamos calmando. Jared me puedes decir ¿por que tienes una mancha de sangre en tu pantalón?- pregunto Jace

Jared momentáneamente perdió su equilibrio, pero en cuestiona de segundos lo recupero.

- No eres tan inteligente como aparentas niño, ¿Haber que comen los vampiros?- dijo Jared como si estuviera hablando con un niño de cinco años.

Jace se tensó un poco, Alec sabía que no le gustaba que hablaran como a un niño.

-Se lo que comen los vampiros- dijo Jace un poco enojado- ¿Y que significa esa runa?

- Eso niño no te importa- dijo Jared, mientras se giraba para seguir su camino.- creo que la conversación termino.

- No a terminado, termina cuando yo diga- dijo Alec- Sabemos que ere el asesino de magos
Jared freno en seco y Jace se giro para mirar a Alec con ira.

- ¿Tienen pruebas?- dijo con calma el vampiro

- No pero las tendremos- dijo Alec.

-Bueno aun no las tienen, entonces me voy niño. -Dijo el vampiro mientras desaparecía.

La respiración de Alec era irregular Quería matar a es vampiro.

En ese momento sintió como la volvían de forma brusca.

-Definitivamente estas loco- le gritó Jace

-¿Por qué?- pregunto Alec

-Por que le acabas de decir a Fredy Cruger que no aparezca en los sueños de las personas ni asesine gente por un tiempo.- dijo Jace muy enfadado.

En ese momento cayo en cuenta de que tenia razón, había alertado a Jared. Ahora no mataría a ningún mago mientras ellos estuvieran en el país, se había dejado dominar por la ira, era un idiota.

-Exacto, eres un idiota- dijo Jace, siempre adivinaba lo que Alec pensaba.

-Él no es un idiota, son simplemente los celos Jace- dijo Izzy defendiendo a su hermano.

- Si, pero debería dejarse mas en lo que dice- dijo Jace aún enfadado.

Izzy y Clary lo veían como si lo fuesen a matar.

-Pero…

- No tiene razón Izzy. Lo lamento- dijo  secamente

Jace lo miro atónito, Alec nunca cedía tan fácil.

-Bueno, a todos nos pasa supongo- dijo Jace

-Supongo- dijo Alec.

-Bueno. Ahora muévete hacia donde Magnus y recuérdale de la forma mas ardiente posible por que se enamoro de ti- dijo Jace mientras le sonreía.

Alec rio amargamente.

-¿Crees que todavía me quiera?- pregunto Alec.

-Creo que deberías averiguarlo por ti mismo- dijo Jace- Bueno campeón es hora de que vayas por tu premio.

Jace le dio una palmada amistosa en el hombro.

-Y recuerda, si Magnus intenta echarte no te dejes. Eres un cazador de las sombras, hazle saber quien manda- dijo Jace con una sonrisa picara.

Alec sabía a lo que se refería. Respondió con una sonora carcajada.

A pesar de todo Jace siempre había sido su amigo y su confidente, sabía todo acerca de él.

Alec le dio una palmada en el hombro como agradecimiento, luego se dirigió a la casa del mago.

-Hey Alec- dijo Izzy

Se giro para mirarla.

-Suerte, hermano- le dijo

-Si suerte Alec, estoy segura de que todo va a salir bien- dijo Clary

-Gracias, chicas- dijo Alec.

-Una ultima cosa- dijo Jace- nosotros vamos a estar revisando el perímetro, si nada sale bien nos puedes buscar. Pero si por otro lado todo sale bien te esperamos mañana en el instituto.

-Y si como dice Jace, todo sale bien vas a necesitar esto- dijo Simón mientras le tiraba un pequeño paquete.

Alec lo atajo sin dificultad, lo miró. Era un condón…

Alec sintió como toda la sangre de su cuerpo subía a su rostro, dado a las risas de sus amigos debía estar totalmente sonrojado.

-Gracias Simon- dijo Alec- pero ya habaremos de ¿Por qué andas tu condones?

En ese momento Simón fue el que se puso latamente rojo, miro a su hermana y estaba igual.

-Nos vemos chicos- dijo Alec

No tuvo que girarse mientras caminaba para saber que sus amigo se estaban ocultando entre la sombra, se irían hasta que estuviera dentro de la casa del mago.

Esperaba que todo saliera bien, poco a poco subió los escalones de la casa. Y tocó con fuerza la puerta.

Ojala Magnus estuviera preparado, por que Alec no pensaba regresar al instituto esta noche.

Autora: Gabriela León R.

Nota: Esta historia es basada en los libros de Cassandra Clare.

Los personajes Magnus Bane, Alec Lightwood, Clary Fray, Jace Herondale, Simon Lewis e Isabelle  Lightwood pertenecen a Cassandra Clare.
La portada de Darkness fue creada por Viviana Araya.

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